En la publicación de esta semana quiero tocar un tema muy delicado que gira en torno a todos los hombres que ya sufrimos la circuncisión y que muchas veces no se toca con la debida cautela. Estamos hablamos de los efectos psicológicos que pueden causar una circuncisión tanto para aquellos a quienes se les practicó desde la infancia, como para aquellos a los que la vivieron en edad adulta.
Esta publicación esta basada en el artículo publicado por la revista especializada en psicología Psychology Today, en el cual establecen una perspectiva psicológica en torno a los lineamientos que publicó el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos en el 2015 para mitigar posibles enfermedades y padecimientos por medio de la circuncisión.
De acuerdo con el CDC, a todos los hombres se les debe de practicar la circuncisión, especialmente a los pequeños
De acuerdo con el CDC, a todos los hombres se les debe de practicar la circuncisión, especialmente a los pequeños, conforme a los lineamientos publicados en 2012 por la Academia Americana de Pediatría. Estos lineamientos fueron seriamente criticados por un gran número de profesionistas de la salud, así como organizaciones civiles europeas al considerar a la circuncisión como una práctica poco ética y culturalmente sesgada, ya que estos lineamientos se basan en estudios realizados a la población africana y que no pueden ser aplicables para las condiciones sociales y económicas de países como Estados Unidos, especialmente al no existir un vínculo comprobable entre la existencia del prepucio y el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual como el VIH.
Y peor aún, el CDC no tomó en cuenta los efectos psicológicos que tendría la mutilación genital en los menores de edad
Este artículo como objetivo presentar los estudios psicológicos que demuestran que existe una relación entre la circuncisión y un daño psicológico. Los autores del artículo publicado en Psychology Today y otros investigadores han apelado los lineamientos del CDC ante el Congreso de Estados Unidos, con el fin de que esta política sea reevaluada en función de los efectos psicológicos que provoca la circuncisión en niños pequeños y adolescentes.
Efectos psicológicos en niños pequeños
1. La circuncisión provoca un daño inmediato
Por lo regular la circuncisión es una técnica que se realiza sin anestesia o sólo con anestesia local que resulta insuficiente para reducir el dolor. En un estudio publicado por Lander et al. (1997), demostró que a los bebés que no se les administraba anestesia durante el procedimiento sufrían un dolor tan excesivo que incluso llegaba a provocarles ataques e incluso desmayo. El estudio concluye con que la falta de anestesia durante el procedimiento es poco ético. También cabe destacar el dolor post-operatorio (independientemente del uso o no de anestesia), el cual es descrito como «severo» y «persistente». Además del dolor, también existe el riesgo de infección e incluso la muerte.
«…aquellos a los que se les sometió a condiciones dolorosas en edad temprana son más propensos a padecer ansiedad…»
2. El dolor por la circuncisión en la infancia altera el cerebro
Otros estudios han demostrado que durante la circuncisión se secreta grandes cantidades de cortisol, la hormona relacionada con el estrés (Talbert et al., 1976; Gunnar et al., 1981). Sin embargo, existe la creencia popular de que los bebés no recordarán el dolor cuando crezcan, pero otros estudios han demostrado que el cuerpo siempre recuerda, a partir del postulado de que los niños que fueron circuncidados de bebés son más susceptibles al dolor (Taddio et al., 1997). Estudios realizados en animales recién nacidos, han demostrado que aquellos a los que se les sometió a condiciones dolorosas en edad temprana son más propensos a padecer ansiedad, umbrales bajos de dolor, hiperactividad y problemas de atención (Anand & Scalzo, 2000). Un estudio más reciente encontró que los procedimientos quirúrgicos dolorosos en neonatos provoca cambios cerebrales que se relacionan con transtornos del estado de ánimo (Victoria et al., 2013).
3. La circuncisión en la infancia tiene consecuencias psicológicas en adultos
Desde la década pasada ha habido una movilización de hombres que fueron circuncidados desde pequeños en la que manifiestan su enojo y tristeza, tras haber sufrido una modificación genital sin su consentimiento. Goldman (1999) denota que muchos hombres sufren negación y se sienten avergonzados de declarar que viven con penes circuncidados. Otros estudios han demostrado que los hombres que fueron circuncidados de pequeños tienen mayor tendencia a padecer de estrés postraumático, depresión, enojo y problemas de autoestima, que pueden estar directamente relacionados con la condición de sus penes circuncidados (Boyle, 2002; Goldman, 1999; Hammond, 1999).
Efectos psicológicos en niños y adolescentes
1. Los procedimientos médicos practicados durante la infancia tienen consecuencias traumáticas
De acuerdo con Levine & Kline (2007), el CDC no reconoce que los procedimientos quirúrgicos (incluso aquellos de rutina), suelen experimentarse como situaciones traumáticas en niños y adolescentes. Por ejemplo, la circuncisión cumple con este precepto, ya que implica una violación a la integridad física a partir de la mutilación genital. De hecho, otros estudios han demostrado que los traumas médicos en la infancia comparten elementos psicológicos comparables con el abuso infantil, temor, pérdida del control y la percepción de que el evento es una forma de castigo (Nir, 1985; Shalev, 1993, Shopper, 1995).
2. Los procedimientos médicos que involucran a los genitales de los niños producen efectos psicológicos negativos
Las consecuencias psicológicas de los procedimientos médicos que implican la examinación de los genitales, son aún mayores. Estudios han analizado los efectos de la examinación genital por medio de fotografías médicas (Money, 1987), la colposcopía, cistoscopía y cateterizaciones (Shopper, 1995), cistouretrograma miccional y curación de hipospadias (Goodman et al., 1990; INSA, 1994), y han demostrado que dichos procedimientos producen síntomas similares a los del abuso sexual, incluyendo la disociación y el desarrollo de una imagen corporal negativa cuyos efectos llegan a persistir durante la vida adulta. De acuerdo con Berg & Berg (1983), los hombres que vivieron este tipo de experiencias durante la niñez han experimentado más síntomas de depresión, ansiedad y dificultades para relacionarse interpersonalmente que aquellos hombres a quienes no se les practicaron estos procedimientos.
3. La circuncisión tiene efectos psicológicos significativos en niños y adolescentes
La circuncisión durante la infancia y adolescencia tiene un impacto psicológico verdaderamente significativo. Después de un evento traumático, muchos niños desarrollan ansiedad, depresión y furia; otros incluso prefieren omitir externar este tipo de emociones (Gil, 2006). Además, los niños suelen experimentar una debilitante pérdida del control que afecta negativamente su habilidad para regular emociones y de encontrarle un sentido a las experiencias traumáticas (Van der Kolk, 2005). En un estudio efectuado a adultos circuncidados durante la infancia, Hammond (1999) descubrió que muchos hombres consideran que su circuncisión fue un acto barbárico, de mutilación genital y un abuso sexual. Kennedy (1986) detalló los efectos psicológicos de la circuncisión a partir de un estudio de caso con un paciente que fue circuncidado a los 3 años de edad: determinó que el sentirse inadecuado sexualmente, victimizarse, así como la presencia de fantasías sexuales violentas estaban relacionadas de manera consciente e inconsciente con su trauma de haber perdido una parte de su pene. Un estudio más antiguo que buscaba evaluar el nivel de estrés que presentaban niños de entre 4 y 7 años de edad, determinó que la circuncisión era percibida por ellos como una agresión física que los dejaba mutilados y dañados (Cansever, 1965).
Muchos hombres consideran que su circuncisión fue un acto barbárico, de mutilación genital y un abuso sexual.
4. La mayoría de los hombres que fueron circuncidados durante su infancia y adolescencia reúnen los criterios para diagnosticar Transtorno por Estrés Postraumático
El estudio más completo que existe hasta la fecha sobre el impacto de la circuncisión en niños y adolescentes fue realizado por Ramos y Boyle (2000) e involucró a 1072 pre-adolescentes y adolescentes que fueron circuncidados en hospitales. Empleando una versión adaptada de la prueba para determinar el transtorno por estrés postraumático, el estudio determinó que el 51% de estos jóvenes cumplían con todos los criterios para diagnosticar este transtorno y determinó que tanto la edad en la que se practicó la circuncisión como el tiempo que ha transcurrido desde entonces, no son elementos para rechazar la posibilidad de sufrir estres postraumático.
5. Al alentar la circuncisión, los médicos están provocando que los niños se avergüencen de sus cuerpos
Si los lineamientos del CDC se llevan a cabo, los profesionales de la salud estarían transmitiendo el perturbador mensaje de que un pene intacto es algo malo o inferior. Los efectos negativos de este mensaje han sido estudiados en niños intersexuales y se ha determinado que provocan vergüenza y poca autoestima en los menores (Rusch et al., 2000). Este es un mensaje bastante cruel que sería transmitido a los adolescentes, muchos de los cuales, ya estarían sufriendo preocupaciones en torno a su imagen corporal.
Conclusiones
La circuncisión en niños tiene una gran cantidad de efectos psicológicos negativos que el CDC se ha visto incapaz de reconocer. Remover tejido sano sin justificación médica causa efectos psicológicos al paciente y supone una falta de ética profesional por parte del médico que lo practica.
En Restaurándome creemos que todas las personas tienen el derecho a decidir sobre su cuerpo y a la autodeterminación, y respetamos profundamente este principio fundamental presente en la Declaración Internacional de los Derechos Humanos. Cuando se es pequeño, uno no puede tomar esa decisión y queda a cargo de los padres, pero los padres tampoco tienen el derecho de tomar una decisión malinformada y sin fundamento médico.
Padres: piensen en el daño psicológico que podrían causar a sus hijos, el prepucio no es solamente un pedacito de piel. Si se encuentran en la difícil situación de tener que decidir si la circuncisión es la mejor opción o no, vean este cuestionario que les ayudará a asesorarse en cuanto esta decisión tan importante: http://circumcisiondecisionmaker.com/.
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Referencias
Anand, K.J., & Scalzo, F.M. (2000). Can adverse neonatal experiences alter brain development and subsequent behavior? Biol Neonate, 77, 69-82.
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Boyle, G.J., Goldman, R., Svoboda, JS., & Fernandez, E. (2002). Male circumcision: Pain, trauma, and psychosexual sequelae. Journal of Health Psychology, 7, 329-343.
Boyle, G.J., & Ramos, S. (2000). Ritual and medical circumcision among filipino boys: Evidence of post-traumatic stress disorder. Humanities & Social Science Papers, 114.
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