Hola restauradores! En esta ocasión quiero platicarles que cuando comencé mi restauración estaba dudoso entre cuál sería el primer dispositivo que compraría. No sabía si elegir entre el DTR o el TLC-X, por lo que después de investigar y buscar opiniones me decanté por el DTR, del cual ya les he platicado en varios artículos. Sin embargo, no quise quedarme con la duda y después de un par de años decidí darle la oportunidad al TLC-X por lo que me lo regalé en la Navidad pasada y hoy quiero platicarles mi experiencia hasta el momento, así como ofrecer una comparativa respecto a mi experiencia con el DTR.
TLC: una familia dedicada a la restauración
Pero antes de tocar el tema del dispositivo, quiero compartirles que el TLC-X, así como el TLC-Tugger (del que ya les he platicado antes) es fabricado por Ron Low, para quien la restauración del prepucio es un tema que comparte abiertamente con su familia, pues ha creado el negocio familiar con la fabricación y venta de sus dispositivos; hace tiempo publiqué un video documental sobre él y lo puedes ver aquí.
Si entran al sitio web de tlctugger.com se darán cuenta que sus dispositivos van más allá de la restauración del prepucio y también ofrece alternativas para la fimosis, peyronie y para el alargamiento del pene. De igual forma, si tienen alguna duda sobre las características o el uso de los dispositivos que vende, puedes escribirle a través de su formulario de contacto y él mismo atenderá y resolverá todas tus dudas.
¿En qué consiste el TLC-X?
El TLC-X es un dispositivo de restauración que permite el estiramiento de la piel externa principalmente. Incluye accesorios para modificar su funcionamiento de tal forma que facilite estirar también la piel interna. A grandes rasgos es un dispositivo que funciona de manera muy similar al DTR, empujando el glande hacia atrás mientras se estira el prepucio hacia adelante gracias a un sujetador de silicona.
Las diferencias más contrastantes entre estos dos dispositivos son los materiales con los que están construidos: el TLC-X está compuesto de silicona de grado alimenticio, eje de aluminio y mordaza de acero; mientras que el DTR está fabricado 100% de nylon 66, salvo por el sujetador de silicona.
En ForeskinRestore.com (el sitio donde venden el DTR) mencionan que su dispositivo es lo suficientemente resistente como para que le pase un vehículo encima y este no se deforme ni se rompa; lo cual es muy positivo porque le otorga la ventaja de la durabilidad considerando que la restauración del prepucio es algo que puede tomar varios años en completarse. Por otro lado, yo no consideraría que el TLC-X es apto para ser aplastado por un vehículo, sin embargo, al tacto te das cuenta de que los materiales de construcción son de muy buena calidad y que si lo cuidas, podrá durarte varios años.
Comodidad vs. Efectividad
A todas las personas que me han consultado en el chat sobre cuál es el mejor dispositivo para comenzar la restauración siempre les he respondido lo mismo: el mejor dispositivo son tus propias manos mediante los métodos manuales. Sin embargo, para muchas personas eso resulta poco práctico y prefieren utilizar un dispositivo para poder llevarlo puesto todo el día bajo la ropa, pero aquí es donde tienes que poner en la balanza la comodidad contra la efectividad.
De entrada, he descubierto que el TLC-X es muy cómodo porque a diferencia del DTR cuyo sujetador de silicona puede presionar hasta 2 cm de piel para sujetarla ante el estiramiento, el TLC-X funciona a partir de un pellizco en a penas unos cuantos milímetros de la piel estirada entre el cono de silicona y la goma blanca de abajo. ¿Qué significa esto? Que la presión que ejerce el sujetador del DTR en la piel del pene puede provocar una fuerte incomodidad e incluso dolor al cabo de un par de horas de llevarlo puesto; mientras que en el TLC-X, al ser más reducida el área «estresada», la incomodidad es mínima y puede tardar más en presentarse. En lo personal, no tolero más de 90 minutos al DTR, mientras que el TLC-X lo he usado conforme a la regla de las 4 horas sin molestia alguna.
Pero esta comodidad nos lleva a la primer desventaja funcional: se puede soltar fácilmente si lo llevas con ropa ajustada, ya que al presionar el cono flexible, este se deforma y la piel se suelta. Con el DTR no hay forma de que la piel se suelte al presionar con la ropa, excepto cuando tienes muy poca piel, la sujeción no es óptima o cuando tienes la piel resbalosa por el sudor o tras haberte puesto crema corporal.
Por lo mismo de que el DTR es un dispositivo demasiado rígido, resulta extremadamente incómodo usarlo con ropa ajustada. Sería como tratar de ocultar un pene erecto de 30 cm todo el tiempo: quizás por un rato logres acomodarlo, pero con el paso del tiempo se vuelve incómodo y te dificulta actuar/caminar de manera natural. Yo prefiero usar el DTR cuando estoy en casa y puedo llevar ropa muy suelta (o desnudo), o incluso cuando paso mucho tiempo sentado y tengo posibilidad de desabotonarme el pantalón discretamente. Con el TLC-X pasa lo contrario: no es tan rígido, ni es tan grande, es más fácil de ocultar y de llevarlo puesto.
Algo que me gustó bastante del TLC-X fue que te lo fabrican a la medida, es decir, que durante el proceso de compra debes especificar el ancho de tu glande en estado flácido y erecto. Esto con el objetivo de que tengas un dispositivo que se acople perfectamente al tamaño de tu glande y al grosor de tu pene, favoreciendo la comodidad y la efectividad de los resultados. Por el otro lado, el DTR solo contempla una talla única y estándar, por lo que si tienes el pene muy grueso es posible que tengas problemas de comodidad con este dispositivo.
Utilizando el TLC-X
En publicaciones anteriores ya les he demostrado en videos el funcionamiento del DTR para el estiramiento de la piel externa y si observan el video de hoy, el mecanismo es básicamente el mismo: empujar el glande para estirar el prepucio.
Uno de los mejores consejos que les puedo dar para usar el TLC-X es que antes de colocártelo, procura mojar el cono de silicona o humedecer la piel de tu pene donde se hará el ajuste. Esto debido a que el cono de silicona se adhiere como ventosa a la goma blanca de abajo cuando está húmedo y eso evita que se zafe el mecanismo de tensión, lo cual te ahorrará una visita al baño si se llega a desacoplar.
Usando el TLC-X como retenedor
Al igual que el DTR, el TLC-X también se puede utilizar como retenedor para los momentos en los que sea complicado llevarlo puesto o simplemente estemos tomando un descanso del estiramiento. La gran diferencia es que el retenedor del TLC-X consiste exclusivamente del cono de silicon, el cual tiene la asombrosa capacidad de adherirse a la piel permitiendo que tu prepucio se mantenga en su lugar cubriendo al glande.
Usar el modo de retenedor con el cono es bastante práctico, cómodo y discreto, ya que lo puedes llevar puesto con cualquier tipo de ropa interior. Por el contrario, el retenedor del DTR presiona la piel (lo cual a la larga resulta doloroso o incómodo) y es más voluminoso para llevarlo con ropa ajustada.
Recordemos que la función del retenedor es la de «educar» a nuestro nuevo prepucio a mantenerse por encima del glande, de esta manera será más sencillo dar el salto a la corona, en vez de tener un montón de piel arremolinándose detrás de la misma. Existen muchas formas de retener y de eso ya les he platicado en otras publicaciones, pero lo importante es utilizar una que te permita cubrir tu glande el mayor tiempo posible, para favorecer la desqueratinización, así como una que te permita estirar la piel tanto en estado flácido, como en erección:
Conclusiones
El TLC-X tiene un precio de $89.50 USD más gastos de envío; yo terminé pagando un total de $125 USD por el envío internacional y me llegó en 2 semanas considerando que viene de Estados Unidos y que el correo mexicano no se destaca por su eficiencia. La verdad considero que es uno de los dispositivos de restauración más caros que hay en el mercado, pero la calidad de los materiales y el empeño que pone su fabricante por satisfacer las necesidades de los restauradores son factores que le hacen contrapeso al costo elevado.
Entonces, ¿qué opinan del TLC-X? o ¿prefieren el DTR? La verdad a mi me ha gustado mucho este dipositivo y se ha vuelto mi método de restauración principal, dejando en segundo término al método de aire directo y complemento mi rutina con métodos manuales; espero sus comentarios al respecto.
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